El Viernes 7 de Noviembre de 2014 pudimos compartir la Mesa Redonda:
Arte, Política y Medios de Comunicación.
Con la presencia de Sebastián Dunphy, artista que está exhibiendo en La Dársena, dibujante y productor de televisión de periodismo político.
Como invitado estuvo Ramiro Ladrón de Guevara, artista, dibujante, docente de la UNA (Universidad Nacional de las Artes), interesado en el discurso psicoanalítico y en su uso de la topología.
La charla fue moderada por Eduardo Molinari de La Dársena.
Dunphy propuso: "Afinar la mirada ante la dimensión visual de personajes de identidad flotante" al referirse a los políticos que concurren a los programas de televisión. También señaló que en su experiencia de acercamiento a quienes construyen el imaginario político se produce "una tensión entre la carga simbólica y el contacto real". A partir de su trabajo en televisión el encuentro con los políticos "desarticula la perspectiva ideológica" y hace aparecer la humanidad, las cualidades personales de los invitados.
Habría una extraña magia que las cámaras de televisión ejercen sobre dicho imaginario político, como si el "detrás_entre cámara" (que propone el título de la muestra) funcione como una espacialidad en la que los seres humanos que son los políticos se permiten otras gestualidades y líneas de reflexión, que durante el debate fueron entendidos como "más humanos".
Ramiro Ladrón de Guevara señaló las particularidades de la práctica dibujística, que en su perspectiva tiene mucho en común con la escritura. También destacó la importancia de intentar detectar lo que los "bordes de las imágenes" nos dicen, nos muestran.
Ramiro comparte la idea de que en el contacto real con los políticos algo de lo ideológico se desarticula y propone la idea de que los dibujos de Dunphy nos permiten ver algo en común a todos los políticos, una suerte de homogeneidad humana previa a los antagonismos ideológicos. Esto estaría evidenciado, entre otras cosas, por la elección de los gestos que los dibujos nos muestran.
También se habló del carácter "laberíntico" de los dibujos, del uso de una línea casi sin modulación y de formas abiertas de manera tal que se puede ingresar a los retratos, recorrerlos y salir, aunque casi sin mayor conflicto.
Como parte del debate también surgió la necesidad de diferenciar el "humanismo" que el detrás_entre cámaras torna visible del arengado discurso antipolítico que fomenta un sentimiento de distancia entre "la gente" y los políticos "corruptos".
Fotos: Carlos A. Macías, María Laura González.
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